Este bizcocho vegano de zanahoria y avellanas ha sido todo un descubrimiento para nuestros desayunos de verano, lo he hecho ya como cuatro veces y nos encanta a todos, pues tiene una miga densa y húmeda que hace que degustarlo sea una delicia.
Suelo guardar los bizcochos en un recipiente hermético, para que no se sequen. En el caso de esta receta también lo hago así, aunque en realidad no hace falta pues su densidad impide que esto pase. La próxima vez que lo prepare usaré otro fruto seco, almendras o nueces, a ver cómo sale el resultado, seguro que está igual de delicioso.